**”Hubo RECORTES en el trabajo, me DESPIDIERON”: la PREOCUPACIÓN de la GENTE en la calle**
La crisis económica en España ha alcanzado un punto crítico, y la preocupación de la población es palpable en las calles. En un día frío y desolador, los testimonios de los ciudadanos revelan la dura realidad que enfrentan: despidos masivos, recortes en los trabajos y una creciente ola de desempleo. “Todo para atrás”, comenta un ex-empleado de la pizzería Santa María, quien ha sido despedido debido a la drástica reducción de personal. La falta de clientes ha llevado a muchos negocios a cerrar sus puertas, dejando a trabajadores sin sustento y a familias en la cuerda floja.
Mientras las persianas de los comercios permanecen bajas, los rostros de los transeúntes reflejan una mezcla de tristeza y desesperanza. “La pobreza de la gente me preocupa”, dice Margó, una jubilada que, a sus 73 años, jamás había visto una situación tan desoladora. “Veo a personas buscando comida en los basureros”, añade, evidenciando la creciente crisis social que afecta a los más vulnerables.
Los testimonios se suceden: jubilados que apenas sobreviven con pensiones mínimas, familias que luchan por cubrir sus necesidades básicas y jóvenes que se ven obligados a aceptar trabajos precarios. “No hay trabajo, las cosas aumentan día a día”, lamenta Trini, otra jubilada que comparte su angustia por el futuro incierto.
Los economistas advierten que esta tendencia podría intensificarse, con rumores de corralitos en los bancos que solo aumentan la ansiedad colectiva. La situación es límite y la falta de esperanza se siente en cada rincón. En un contexto donde la economía se tambalea, la voz del pueblo resuena: es momento de un cambio urgente. La crisis no solo afecta a los individuos, sino que amenaza con desmoronar el tejido social de una nación. La gente está cansada, y la necesidad de acción es más urgente que nunca.