En un giro sorprendente en la política argentina, Nancy Pazos ha destapado una revelación impactante en su editorial de “Inteligencia Artesanal”. Según su análisis, el presidente Javier Milei, quien ha sido una figura polarizadora desde su llegada al poder, ha vuelto a ser un “empleado”, esta vez bajo la influencia de Estados Unidos y, en particular, de Donald Trump. Durante años, Milei fue empleado en diversas corporaciones, y ahora, tras una serie de decisiones económicas críticas, parece haber perdido su autonomía, dependiendo de las directrices de sus nuevos “jefes” en Washington.
Pazos señala que, a pesar de que Milei prometió un cambio radical en la economía argentina, su reciente acercamiento a Trump y el Tesoro estadounidense han revelado una dinámica de dependencia alarmante. En medio de una crisis económica que ha llevado al país al borde del colapso, Milei ha optado por no devaluar la moneda ni implementar controles de capital, decisiones que han sido tomadas, según Pazos, por sus nuevos aliados en lugar de por él mismo.
La situación se intensificó la semana pasada cuando, a pesar de la presión económica, Milei se vio forzado a buscar ayuda en el extranjero, lo que ha generado una ola de críticas y desconfianza entre los argentinos. La falta de decisiones firmes y la dependencia de capital extranjero han dejado a muchos preguntándose si el país está realmente bajo el control de su propio presidente o si, en cambio, está siendo manejado desde el exterior.
Con el riesgo país disparado y la economía tambaleándose, el futuro de Milei y de Argentina parece más incierto que nunca. La pregunta que queda en el aire es: ¿hasta dónde llegará esta relación con Estados Unidos y qué significa realmente para la soberanía del país? Las próximas semanas serán cruciales para entender el impacto de estos acontecimientos en la política y la economía argentinas.