El Congreso de Argentina se encuentra al borde de una crisis política sin precedentes, ya que la oposición impulsa una moción de censura que podría llevar a la destitución del jefe de gabinete, Guillermo Francos. En las últimas horas, se han intensificado las negociaciones entre bloques que antes no dialogaban, lo que ha encendido las alarmas en la Casa Rosada. Javier Milei y su equipo consideran que la posibilidad de que Francos sea removido es real y tangible.
La moción de censura, que requiere mayoría absoluta en ambas cámaras, se fundamenta en la supuesta inacción de Francos en la implementación de la ley de emergencia en discapacidad. Este conflicto ha llevado a un enfrentamiento directo entre el ejecutivo y el legislativo, donde el jefe de gabinete se escuda en artículos de leyes anteriores para justificar su falta de acción. Sin embargo, los legisladores insisten en que la responsabilidad de aplicar la ley recae sobre él.
A medida que se intensifican las conversaciones, el ambiente en el Congreso se torna electrizante. La posibilidad de que Francos sea destituido antes de las elecciones genera un clima de incertidumbre y tensión, y algunos actores políticos ya comienzan a festejar la oportunidad de asumir su cargo. Este escenario se complica aún más con la presión de la comunidad y el apoyo de Estados Unidos, que podría influir en el desenlace de esta crisis.
El tiempo corre y el futuro de Guillermo Francos pende de un hilo. La próxima semana podría ser decisiva, con el Congreso listo para actuar. ¿Se concretará la moción de censura? ¿Podrá Milei sostener a su hombre clave en medio de esta tormenta política? La respuesta está por verse, pero la situación se torna cada vez más crítica.