Antonio, el abuelo de Brenda y Morena, rompió el silencio en una conmovedora declaración que resuena con dolor y desesperación. “Siempre soñé con que ellas lleven mi cajón y no al revés”, expresó, mientras la angustia por la desaparición de sus nietas se apodera de su voz. En un contexto marcado por la violencia y la amenaza de bandas narco, Antonio exige justicia y protección para su familia.
Las palabras de Antonio llegan en medio de un clima de incertidumbre y miedo. “Estamos mal cuidados”, afirmó, señalando la ineficacia de las autoridades en la lucha contra el narcotráfico. Con la esperanza de que su nieto, en contacto con el abogado Burlando, pueda ayudar, el abuelo clama por la intervención de la justicia federal. “Esto tiene que pasar a federal, ya que se menciona tanto la droga”, insistió, evidenciando la gravedad de la situación.
El dolor de Antonio es palpable. “Ojalá me balearan a mí, no le hubiera pasado nada a mi nieta”, expresó, revelando el profundo amor y la desesperación de un abuelo que se siente impotente. La familia, unida en su sufrimiento, busca respuestas mientras las autoridades tardan en actuar. “No tenemos los cuerpos”, lamentó, subrayando la angustia que viven día a día.
Antonio advierte sobre el peligro que acecha a la comunidad: “Si mañana te llevan a cuatro, mañana a cinco”, advirtió, reflejando la creciente preocupación por la seguridad de todos. La situación es crítica y la presión aumenta. La comunidad espera respuestas, mientras el eco de su dolor resuena en cada rincón. La lucha por la justicia y la protección se intensifica, y el tiempo es esencial.