La conmoción recorre Zárate tras el brutal asesinato de Saúl Eduardo de Francesco, un jubilado de 79 años, encontrado muerto con un disparo en la nuca. Este crimen ha desatado una ola de indignación entre los vecinos, quienes se han congregado en el centro de la ciudad exigiendo justicia y seguridad. La comunidad, que se siente cada vez más insegura, ha manifestado su temor ante la creciente ola de violencia en la zona, con 45 muertes registradas en el último año.
Los hechos se desarrollaron cuando Saúl, conocido por ser un vecino amable y querido, fue secuestrado bajo la falsa promesa de asistir a una fiesta. En un acto de brutalidad, fue llevado a un descampado y ejecutado sin que le robaran nada. Cuatro personas han sido detenidas en relación con el caso, pero se han negado a declarar, lo que ha intensificado la frustración de los ciudadanos.
La situación ha llevado a los residentes a cuestionar la efectividad de las fuerzas de seguridad, especialmente del Centro de Operaciones de Zárate, donde uno de los detenidos había trabajado. Los vecinos, visiblemente consternados, han expresado su desconfianza hacia quienes deberían protegerlos, pidiendo la renuncia de los funcionarios responsables.
La indignación ha estallado en protestas, donde se han dejado velas y carteles en memoria de Saúl, simbolizando la lucha por justicia. “No se merece esto”, claman los habitantes, recordando que cualquier persona podría haber sido la próxima víctima. La comunidad de Zárate se encuentra en un estado de alerta, demandando respuestas y un cambio urgente en la seguridad de su ciudad.