El Tribunal Criminal número 11 ha condenado a 19 años de prisión a Leo Isaías José Suárez, el asesino del ingeniero Mariano Barbieri, un caso que ha conmocionado a la sociedad argentina. La sentencia fue dictada en medio de un clima de tensión, con familiares y amigos de la víctima expresando su indignación y descontento por la pena impuesta, que muchos consideraban insuficiente.
El crimen ocurrió en Palermo, donde Barbieri fue apuñalado durante un intento de robo. La fiscalía había solicitado la pena máxima, perpetua, argumentando que Suárez actuó con alevosía para encubrir el delito. Sin embargo, el tribunal optó por calificar el hecho como “homicidio en ocasión de robo”, lo que redujo la pena a 19 años. Esta decisión ha generado un fuerte debate en la comunidad, que exige justicia y un endurecimiento de las penas para delitos violentos.
El caso se volvió emblemático, no solo por la brutalidad del crimen, sino también por las imágenes impactantes que circularon en los medios, mostrando a Barbieri caminando herido antes de sucumbir a sus lesiones. La defensa de Suárez intentó argumentar que el uso de un cuchillo de cocina, comúnmente utilizado por personas en situación de calle, no debía ser considerado un agravante, pero el tribunal desestimó esta línea de defensa.
La sentencia ha reabierto viejas heridas y ha puesto de manifiesto la creciente preocupación por la inseguridad en las calles de Buenos Aires. La comunidad clama por respuestas y un cambio en la forma en que se manejan estos casos, mientras los ecos de la tragedia de Mariano Barbieri resuenan en cada rincón de la ciudad. La lucha por justicia continúa, y la presión sobre el sistema judicial se intensifica.