**Las encuestas que acaban de salir son un golpe devastador para Javier Milei.** En un giro inesperado, el índice de confianza ha registrado una caída histórica del 13,8% en la primera quincena de agosto en comparación con julio, según el monitor Ditela, que ha sido una referencia desde 2008. Este descenso no solo marca un récord negativo, sino que también refleja un descontento creciente entre los ciudadanos.
Los números son alarmantes: el índice general ha caído un 13,6%, la segunda disminución más rápida en los últimos años. Este desplome se produce en un contexto donde la economía y la percepción de la gestión gubernamental están bajo fuego. La confianza en la capacidad del gobierno para resolver problemas cruciales ha disminuido en 14,6 puntos porcentuales, un indicativo claro de la frustración popular.
Además, la percepción de la honestidad de los funcionarios también se ha visto afectada, con una caída del 9,9%. Este dato es especialmente significativo dado que se recopilaron antes de que estallara el escándalo de Andis de Espanuelo, lo que sugiere que la situación podría empeorar aún más. La presión económica, sumada a la desconfianza en la administración pública, está llevando a Milei a una situación crítica.
Los analistas advierten que este descenso podría tener repercusiones profundas en la política argentina, con un electorado cada vez más insatisfecho y en busca de alternativas. Las encuestas no mienten: el tiempo de Milei podría estar corriendo rápidamente. La pregunta ahora es: ¿puede el líder libertario recuperarse de este golpe devastador antes de que sea demasiado tarde? La respuesta podría determinar el futuro político del país.