¡GAME OVER! El poder real ha soltado la mano a Javier Milei, y las alarmas ya están sonando en la política argentina. Según fuentes cercanas, un operativo reciente ha revelado un sistema de intoxicación informativa que el gobierno ha estado utilizando con sorprendente precisión. Los gobernadores, en una maniobra desesperada, han acelerado la construcción de una alternativa política, temiendo que el regreso del peronismo kirchnerista sea la única salida viable.
La situación económica se ha vuelto insostenible. La falta de dólares está llevando a Milei a un callejón sin salida, y los poderosos grupos detrás de los gobernadores están listos para actuar. No se trata de una convicción ideológica, sino de una clara percepción de que Milei tiene “patas cortas”. Con la economía tambaleándose, la presión aumenta y los movimientos políticos se intensifican. Este cambio de rumbo se anticipó debido a la reciente votación en el Congreso, donde los intereses de poder han comenzado a picar el boleto de Milei.
Ayer, el presidente recibió un nuevo golpe al conocer los balances negativos presentados en la bolsa de comercio, lo que pone de manifiesto la fragilidad de su gestión. Con 12,000 millones de dólares del fondo ya en manos del gobierno y una tasa de interés descontrolada del 70%, la situación es crítica. Milei se encuentra en un juego peligroso, y la falta de opciones para privatizar y reestructurar la economía lo deja sin cartas.
La sumisión del FMI a los dictados del Departamento del Tesoro de EE. UU. ha añadido una capa de complejidad a esta crisis. La estrategia que una vez sostuvo a Macri se desmorona, y el tiempo se agota. La política argentina está en un punto de inflexión, y el futuro de Milei pende de un hilo. La pregunta es: ¿quién será el próximo en asumir el control? La respuesta podría cambiar el rumbo del país en cuestión de horas.