El caos se apodera de Argentina mientras Javier Milei y su ministro de Economía, Santiago Caputo, enfrentan una crisis económica sin precedentes. Este viernes, el riesgo país alcanzó niveles alarmantes, rozando los 15,500 puntos, mientras el dólar oficial se disparó a 1,515 pesos. En un discurso en Córdoba, Milei admitió la complejidad de controlar el déficit fiscal, que actualmente se sitúa en un asombroso 15% del PIB. La situación es insostenible: el gobierno ha quemado más de 400 millones de dólares en reservas en solo dos días para intentar contener la caída de la moneda.
Los mercados están en pánico. La desconfianza crece y los bonos argentinos se desploman, reflejando la profunda crisis de credibilidad del gobierno. Milei, que prometió un cambio radical, se encuentra atrapado en su propia retórica, incapaz de sostener su imagen de “hombre fuerte” mientras su administración se tambalea. En sus palabras, parece más un comentarista que un líder, enfrentando una oposición interna y externa que lo acorrala.
Los analistas advierten que si esta tendencia continúa, el país podría estar al borde de una crisis financiera y social devastadora. La incertidumbre es palpable y la presión sobre el gobierno aumenta. Con cada dólar que se quema, la situación se vuelve más crítica. La pregunta que todos se hacen es: ¿quién podrá detener esta caída libre? Mientras tanto, Milei intenta recuperar el control, pero el tiempo se agota y la confianza se desvanece. Solo Dios sabe cuánto más puede resistir Argentina en esta tormenta perfecta.