En una respuesta contundente ante el abandono de las políticas de salud del gobierno nacional, el gobernador Axel Kicillof ha inaugurado su 35ª obra pública en la provincia de Buenos Aires, enfocándose en la entrega de medicamentos esenciales a la población. En un contexto crítico donde solo uno de cada cuatro botiquines del programa Remediar se distribuyen actualmente, Kicillof ha lanzado el nuevo programa de medicamentos bonerenses, asegurando el acceso a fármacos vitales como amoxicilina y paracetamol.
Durante su visita, el gobernador destacó la importancia de la salud como un derecho social y no como una mercancía. La nueva infraestructura incluye consultorios para atención pediátrica, ginecológica y odontológica, además de un moderno sistema de historia clínica digital. Este centro de salud, que los vecinos han apodado “hospitalito”, busca integrar la atención médica y acercar los servicios a la comunidad.
Kicillof enfatizó que la salud debe ser accesible para todos, en contraposición a la visión del gobierno nacional que, según él, intenta desmantelar el sistema público. Con una inversión significativa en salud mental y atención primaria, el gobernador se compromete a transformar la atención médica en un enfoque más cultural y preventivo, trabajando de la mano con escuelas y clubes de barrio.
La urgencia de este anuncio no puede subestimarse. Mientras el país enfrenta una crisis de salud pública, la administración de Kicillof se posiciona como un bastión para garantizar el derecho a la salud en Buenos Aires, desafiando las políticas que amenazan con desmantelar lo que consideran un pilar fundamental de la sociedad.