**El GOBIERNO VETÓ LA LEY que PEDÍAN LOS GOBERNADORES**
En un giro inesperado y explosivo, el gobierno argentino ha decidido vetar la ley de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) que contaba con el respaldo unánime de los gobernadores. Esta decisión ha desencadenado una ola de indignación y desconfianza entre los mandatarios provinciales, quienes ven en este veto una clara señal de debilidad del gobierno y un obstáculo insalvable para cualquier intento de diálogo.
El veto, anunciado en medio de una creciente crisis política y económica, ha dejado a los gobernadores en una situación insostenible, ya que muchos de ellos intentan mantener lazos con un gobierno que parece desmoronarse. “No hay manera de querer entablar una mesa de diálogos si para empezar nos reciben con un veto”, declaró un gobernador de la Liga Federal. La tensión es palpable, y las advertencias de un posible conflicto institucional comienzan a resonar con fuerza.
Los gobernadores, que habían apostado por un entendimiento, ahora se sienten traicionados y despojados de su capacidad para gestionar recursos vitales para sus provincias. “Estamos en cero”, afirmó un gobernador, reflejando la frustración generalizada. La situación es crítica: el gobierno, al ignorar las necesidades de las provincias, se arriesga a enfrentar un descontento aún mayor en las próximas elecciones.
Mientras el presidente se prepara para presentar el presupuesto 2026, la falta de comunicación y la negativa a negociar con los gobernadores podrían tener consecuencias devastadoras. La comunidad política advierte que, si el gobierno no rectifica su postura, el clima de tensión podría desembocar en una crisis institucional sin precedentes. “El gobierno está haciendo todo para que le vaya peor en octubre”, sentenció un gobernador, dejando claro que la situación es insostenible y que el tiempo se agota.