**ACAMPE de CARTONEROS en PARQUE LEZAMA: OTRA POSTAL de la CRISIS**
En una explosiva manifestación que estremece el corazón de Buenos Aires, miles de cartoneros se han instalado en el Parque Lezama, desafiando la indiferencia del gobierno de la ciudad. La situación es crítica: entre 4,000 y 5,000 recicladores se ven afectados tras la eliminación de viáticos y el retiro de camiones y trenes que les permitían trabajar en la capital. La indignación es palpable, mientras los manifestantes, encadenados y en huelga de hambre, exigen respuestas.
“Nos quedamos sin colectivos, sin trenes, y ahora tenemos que pagar para trabajar,” denuncia Paulina, una de las afectadas. La desesperación se apodera de quienes, durante años, han dependido de estos medios para llevar el sustento a sus hogares. La represión policial ha aumentado, con multas exorbitantes y confiscaciones de material. Ana, otra cartonera, describe cómo la violencia y la persecución han convertido su trabajo en un campo de batalla.
El gobierno, al despojarles de sus herramientas de trabajo, ha condenado a estas familias a una lucha por la supervivencia. “Estamos organizados y no vamos a permitir que nos excluyan,” afirma un líder social cercano al Papa Francisco. La protesta se intensifica frente al Ministerio de Espacio Público, donde asambleas barriales y agrupaciones sociales se unen en un clamor por justicia.
La crisis de los cartoneros no es solo una cuestión laboral; es un grito desesperado por dignidad y reconocimiento. Mientras la policía vigila, los recicladores se aferran a su derecho a trabajar y a vivir sin miedo. La situación es insostenible y la presión aumenta: “No somos basura, somos parte de la solución”, concluyen, mientras la ciudad observa con creciente preocupación. La lucha por sus derechos apenas comienza.