**LA CRISIS DE CAPUTO: Busca a quién echarle la culpa**
En medio de una tormenta económica sin precedentes, el ministro de Economía, Caputo, se encuentra en la cuerda floja, buscando desesperadamente un chivo expiatorio para la crisis que sacude al país. La situación económica y financiera está al borde del colapso, con un deterioro brutal de las condiciones de vida de la población. La caída de la moneda y el aumento de las tasas de interés han generado tensiones insostenibles, mientras el desempleo se dispara.
Caputo, en una maniobra de defensa, intenta desviar la culpa hacia el presidente Javier Milei, alegando que las decisiones de este han llevado al país a un descalabro monetario y cambiario. “No fui yo”, clama Caputo, pero las evidencias apuntan a una falta de control y a decisiones erráticas que han exacerbado la crisis. Desde la reducción de la tasa de interés hasta la eliminación de las letras fiscales, cada paso parece haber sido un error que ha contribuido al caos actual.
La situación es crítica: el Banco Central no ha logrado acumular reservas en momentos clave y se enfrenta a un acuerdo complicado con el Fondo Monetario Internacional. Los actores económicos se preguntan quién será el próximo en caer en esta cadena de responsabilidades, mientras el clima de incertidumbre crece. ¿Quién asumirá el peso del ajuste necesario? La presión aumenta y las elecciones se acercan, dejando a Caputo en una posición cada vez más vulnerable.
Las palabras de Caputo resuenan en un contexto de desesperación y falta de confianza. La economía real y financiera está crujiente, y la población sufre las consecuencias. La búsqueda de un culpable no solo refleja la inestabilidad del gobierno, sino también el temor a lo que vendrá después. La crisis está lejos de resolverse y el futuro del país pende de un hilo.