La situación política en Argentina se torna cada vez más tensa. Santiago Cuneo ha revelado un vínculo secreto entre Cristina Fernández de Kirchner y la candidata a presidenta Victoria Villarruel, con Guillermo Moreno actuando como mediador. Este descubrimiento ha encendido alarmas en todo el país, ya que la posibilidad de un acuerdo entre estos actores políticos podría cambiar drásticamente el rumbo del gobierno actual.
Cuneo plantea una inquietante pregunta: ¿cómo logran Cristina y Máximo recibir a Moreno, quien acaba de salir de una reunión con Villarruel? La imagen de este triángulo de poder es inquietante, especialmente cuando se considera que en las casas de ambos se encuentran retratos de figuras históricas polémicas. La implicación de un posible golpe de estado palaciego, respaldado por figuras como Picheto y otros, se siente más cercana que nunca.
Las calles de Argentina se preparan para una nueva manifestación masiva, donde militantes de diversos sectores se unirán para expresar su rechazo al gobierno de Javier Milei. La urgencia de la situación es palpable: Cuneo advierte que cualquier intento de cambio de gobierno debe hacerse de manera constitucional y no a través de la violencia o el caos.
Con la presión aumentando, la Cámara de Diputados se enfrenta a un momento crítico. La falta de acción en la comisión de juicio político ha dejado a muchos preguntándose sobre la legitimidad del gobierno actual. La convocatoria a la movilización es clara: hoy, los ciudadanos deben salir a defender sus derechos y exigir un cambio que no implique un retroceso a épocas oscuras de la historia argentina.
La pregunta que queda en el aire es: ¿qué pasará si se concretan estos planes? La respuesta podría definir el futuro del país en los próximos días. La tensión está en el aire y todos los ojos están puestos en el Congreso y en las calles.