Nancy Pazos estalló en vivo contra su colega Mariana Brey, desatando una tormenta mediática en el programa matutino de Telefón. En un arrebato de furia, Pazos no se contuvo y lanzó una serie de críticas mordaces, describiendo a Brey como “una pelotuda” y denunciando acusaciones graves que la tildaban de golpista. La tensión en el set se palpaba, y las palabras de Pazos resonaron con fuerza, reflejando su indignación ante lo que consideró una injusticia.
Durante su explosiva intervención, Pazos defendió su derecho a expresar su opinión en un entorno donde los debates surgen inesperadamente. “No cometí un delito”, afirmó, enfatizando la seriedad de las acusaciones que enfrentó. Su llamado a la justicia y la necesidad de aclarar los hechos subrayan la gravedad de la situación, dejando claro que no se quedará callada ante ataques infundados.
Las redes sociales ya están en llamas, con miles de usuarios comentando y compartiendo el momento. El incidente no solo ha puesto a Pazos y Brey en el centro de la atención pública, sino que también ha reavivado el debate sobre la libertad de expresión y los límites en el periodismo. “Estamos pagando el costo de aprendizaje de alguien que no está preparado para ser presidente”, agregó Pazos, insinuando un trasfondo más profundo en la controversia.
Con el ojo de la opinión pública sobre ellas, tanto Pazos como Brey se enfrentan a un futuro incierto en un clima de creciente tensión. Este conflicto no solo marca un punto de inflexión en sus carreras, sino que también plantea preguntas sobre la ética y la responsabilidad en la prensa argentina. La situación sigue desarrollándose, y el desenlace promete ser tan explosivo como el inicio.