**EL GOBIERNO DE MILEI FINGE DEMENCIA**
El caos se apodera del gobierno de Javier Milei, que enfrenta una crisis sin precedentes a solo semanas de las elecciones de octubre. Las tensiones internas han alcanzado un punto de ebullición, y la falta de acción del presidente tras la contundente derrota en la provincia de Buenos Aires ha desatado una ola de críticas. Fuentes cercanas al gobierno advierten que Milei tiene los recursos para revertir la situación, pero su inacción es alarmante. En lugar de negociar con los gobernadores y el establishment, ha optado por vetar leyes cruciales, incluyendo recortes en partidas para educación y atención a niños en situación vulnerable.
La situación se complica aún más con la creciente presión de los aliados y opositores, que ya cuestionan su liderazgo. La figura de Karina Milei, su hermana y mano derecha, se ha convertido en un punto de conflicto, siendo blanco de ataques que antes eran impensables. Las redes sociales estallan con críticas hacia ella, lo que indica que el temor que existía en su entorno se ha desvanecido. La falta de un plan claro y la continua desconfianza entre los miembros del gobierno están llevando a una fragmentación que podría resultar fatal para la administración.
Mientras tanto, el riesgo país se dispara, y los mercados castigan la inacción de Milei. La incertidumbre económica crece, y la posibilidad de un colapso financiero se cierne sobre el país. La falta de respuesta ante la crisis de confianza de la ciudadanía es palpable; muchos se sienten desilusionados y decepcionados con un gobierno que prometió cambios radicales pero que ahora parece atrapado en un ciclo de veto y descontento.
El tiempo se agota para Milei. La presión de los gobernadores y las fuerzas políticas se intensifica, y la posibilidad de una respuesta contundente se vuelve cada vez más esquiva. Argentina observa con preocupación cómo el gobierno, que prometía ser el cambio, se encuentra ahora en una encrucijada crítica, donde cada decisión podría marcar el destino de la nación. Las elecciones de octubre se perfilan como un momento decisivo que podría sellar el futuro de Javier Milei y su administración.