**MARCHA POR LA EMERGENCIA EN DISCAPACIDAD: UN GRITO DE AUXILIO**
En un acto sin precedentes, cientos de profesionales y familiares de personas con discapacidad se congregaron hoy en Santa Clara para exigir respuestas urgentes del gobierno. La situación es crítica: los sueldos de los trabajadores del sector están congelados desde noviembre del año pasado, y muchos se ven obligados a cerrar sus centros de atención para poder ser escuchados. “Estamos en una situación angustiante”, declaró Ludmila, psicopedagoga, quien reveló que su salario apenas alcanza los 6,000 pesos por hora, un monto irrisorio para quienes han dedicado años a formarse en el ámbito de la salud.
Los testimonios de los manifestantes son desgarradores. Mariano, cuyo legado familiar está ligado a la educación inclusiva, expresó su indignación ante un sistema que prioriza el ajuste sobre el bienestar de los más vulnerables. “¿Qué clase de democracia es esta?”, se preguntó, mientras denunciaba la falta de recursos que afecta directamente a los niños con discapacidad.
Blanca, madre de una niña que asiste a un centro de día, compartió su desesperación: “El caos es total. Si cierran el centro, ¿qué pasará con nuestros hijos?”. La impotencia se siente en cada rincón de la plaza, donde las voces de cientos de padres y profesionales claman por justicia. La situación se agrava con la falta de apoyo en áreas fundamentales como educación, deporte y salud.
“Estamos aquí para que nos escuchen”, afirmaron los manifestantes, quienes exigen que se priorice la inclusión y el respeto a los derechos de las personas con discapacidad. La marcha, que se desarrolla en un clima de tensión y urgencia, es un llamado a la acción: “No podemos seguir así”, concluyó uno de los asistentes, dejando claro que la lucha por la dignidad y los derechos de los más vulnerables no se detendrá.