En un impactante incidente ocurrido en un cine de Buenos Aires, la diputada Lilia Lemoine fue escrachada por un grupo de ciudadanos que le exigieron responsabilidades sobre la deuda externa del país. Durante la proyección de una película, los manifestantes interrumpieron la función para vociferar consignas en contra de las políticas del gobierno, centrándose en la situación de los niños discapacitados y la falta de atención a sus necesidades.
“¡Usted quiere que paguemos la deuda!”, gritaban, mientras Lemoine intentaba defenderse de las acusaciones. Los presentes, visiblemente indignados, recordaron que el día de la protesta coincidía con el Día del Niño, lo que intensificó la carga emocional del reclamo. “¡Soy ciudadano, tengo derecho a reclamar!”, se escuchó entre la multitud, que exigía justicia y atención a las problemáticas sociales urgentes.
La diputada, conocida por su cercanía a las políticas del gobierno de Javier Milei, se enfrentó a una ola de críticas por su papel en las decisiones que afectan a los sectores más vulnerables de la sociedad. “¡Viva el pueblo argentino, viva la patria!”, resonaron los gritos, mientras los manifestantes demandaban que figuras como Caputo y Macri asuman la responsabilidad por la deuda contraída con el Fondo Monetario Internacional.
Este escracho no solo refleja el creciente descontento social, sino que también subraya la tensión política en el país, donde la lucha por los derechos de los más necesitados se enfrenta a la dura realidad de la economía nacional. La situación se desarrolla en un contexto de crisis, donde la angustia y la frustración de la ciudadanía se hacen cada vez más visibles. La respuesta del gobierno y de Lemoine a este acto de protesta podría marcar un punto de inflexión en la relación entre los dirigentes y el pueblo argentino.