Líderes mundiales han expresado su indignación y preocupación tras el reciente ataque de Estados Unidos contra instalaciones nucleares de Irán, un acto que ha intensificado las tensiones en Oriente Medio. Este bombardeo, en el que Washington se alinea con Israel, ha sido calificado como “irresponsable” por Rusia, que considera que viola el derecho internacional al atacar a un estado soberano. La diplomacia rusa ha emitido un comunicado condenando firmemente los ataques, subrayando la gravedad de esta acción.
China también se ha pronunciado en contra de los bombardeos, manifestando que contribuyen a una escalada de las tensiones en la región y haciendo un llamado a todas las partes, especialmente a Israel, para que detengan el fuego de inmediato. En respuesta a la situación, el ministro iraní de Relaciones Exteriores, Abas Arachi, ha anunciado una reunión con el presidente ruso Vladimir Putin en Moscú para discutir las repercusiones del ataque.
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, ha calificado el ataque como una “escalada peligrosa” en una región ya al borde del colapso, advirtiendo que representa una amenaza directa para la paz y la seguridad global. La jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Claas, instó a las partes involucradas a regresar a la mesa de negociaciones para evitar un mayor deterioro de la situación.
El primer ministro británico, Kir Starmer, ha expresado su preocupación por el programa nuclear iraní, instando a Teherán a participar nuevamente en las negociaciones. Pakistan, como aliado de Estados Unidos y potencia nuclear musulmana, ha defendido el derecho de Irán a la autodefensa, mientras que Omán, mediador en las conversaciones nucleares, ha condenado los ataques como una agresión ilegal y ha solicitado una desescalada inmediata.
El gobierno de Irak también ha condenado los bombardeos, calificándolos de una escalada militar que pone en peligro la seguridad regional. En medio de este clima de tensión, el Papa León XIV ha hecho un llamado a la paz, afirmando que la humanidad clama por una resolución pacífica del conflicto. La situación sigue evolucionando y el mundo observa con creciente inquietud.