El conflicto entre Israel e Irán ha dejado una huella indeleble en Hollywood, afectando a algunas de las estrellas más brillantes de la industria. En un entorno donde las opiniones políticas pueden sellar el destino de una carrera, siete actores y actrices han visto cómo su estatus se tambalea tras posicionarse o permanecer en silencio sobre este tema candente.
Michael Rapaport, conocido por su franqueza, ha enfrentado un “boicot silencioso” tras expresar su apoyo a Israel. A pesar de su valentía, ha notado que las llamadas para audiciones han disminuido drásticamente, un claro reflejo de la polarización que reina en la industria. Por su parte, Susan Sarandon, una voz respetada en el activismo, sufrió la ruptura de su contrato con United Talent Agency tras criticar las operaciones israelíes en Gaza, lo que la ha llevado a un aislamiento progresivo.
Melissa Barrera, una de las actrices latinas más prometedoras, se encontró en el ojo del huracán luego de que sus publicaciones en redes sociales a favor de Palestina resultaran en su despido de “Scream 7”. Su caso ha encendido un debate sobre la desigualdad que enfrentan las voces latinas en Hollywood.
Jon Cusack, veterano de la actuación, ha sido objeto de críticas por calificar los ataques israelíes de “genocidas”, lo que ha limitado su participación en proyectos de alto perfil. Amy Schumer, conocida por su humor irreverente, ha enfrentado un boicot tras posicionarse firmemente a favor de Israel, lo que ha polarizado a sus seguidores.
Angelina Jolie, figura humanitaria, se ha mantenido en un delicado equilibrio, abogando por la paz sin alinearse con ninguna de las partes, pero su postura ha generado críticas en ambos lados. Finalmente, Gal Gadot, la emblemática Mujer Maravilla, ha visto cómo su imagen se transforma en un símbolo del conflicto, enfrentando boicots y críticas por no manifestar empatía hacia las víctimas palestinas.
La industria del entretenimiento nunca ha sido la misma desde que el conflicto entre Israel e Irán resurgió. Las carreras de estas estrellas son un testimonio de cómo las decisiones políticas pueden tener consecuencias devastadoras en un mundo donde la opinión pública pesa más que el talento.