El Tribunal Constitucional da luz verde a la amnistía, generando una ola de reacciones en toda España. En una decisión que podría cambiar el rumbo político del país, la mayoría progresista del tribunal ha dictaminado que la ley de amnistía es constitucional, argumentando que su propósito es reducir la tensión provocada por el prusés y facilitar la reconciliación. Seis magistrados votaron a favor, desestimando las críticas de la oposición que tildan la medida de “ilegal” e “inmoral”.
La controversia se intensifica: los cuatro magistrados conservadores han emitido un voto particular, afirmando que la amnistía es contraria a la Carta Magna y socava los principios del estado de derecho. La decisión ha desatado un torrente de reacciones, desde la oposición, que la califica como un acto de corrupción política, hasta algunos miembros del PSOE, como el expresidente Felipe González, que han expresado su descontento.
Pedro Sánchez, sin embargo, defiende su postura, asegurando que esta medida es fundamental para garantizar la unidad de España y avanzar hacia la normalización de la situación en Cataluña. Mientras tanto, la oposición, liderada por Feijóo y Abascal, promete luchar contra lo que consideran un ataque a la democracia.
El futuro político de España pende de un hilo mientras se avecinan más de 30 recursos adicionales que el tribunal deberá estudiar tras el verano. En un clima de creciente tensión, la amnistía se convierte en un tema candente que podría definir el panorama electoral en los próximos meses. La incertidumbre se siente en el aire, y todos los ojos están puestos en cómo se desarrollará esta situación crítica.