El mundo de la música y el cine latinoamericano se encuentra en shock tras la devastadora noticia del fallecimiento de Palito Ortega, a los 84 años. La emblemática figura, cuyo nombre real era Ramón Bautista Ortega, dejó un legado imborrable en la cultura argentina, pero hoy es su esposa, Evangelina Salazar, quien llora la pérdida de su compañero de vida.
Ortega, nacido en Tucumán, fue un ícono que trascendió generaciones con sus inolvidables éxitos como “La felicidad” y “Yo tengo fe”. Su carrera abarcó más de seis décadas, en las que vendió millones de discos y protagonizó más de 30 películas, construyendo un nombre que resonó no solo en Argentina sino en toda América Latina y más allá. Sin embargo, detrás de su éxito, ocultaba un profundo dolor por no haber podido estar presente en los momentos cruciales de la vida de sus hijos.
En una conmovedora declaración, Evangelina confirmó la desgarradora noticia y compartió el profundo pesar que siente por la ausencia del hombre que siempre soñó con ser un padre presente. “Él siempre anheló estar con nosotros, pero la fama lo alejó”, expresó entre lágrimas, recordando los sacrificios que hicieron como familia.
Los fans de Ortega recordarán no solo su música y su carisma en la pantalla, sino también su vulnerabilidad. En entrevistas anteriores, Ortega había hablado de su lucha interna con la culpa por no haber estado presente durante los momentos importantes de la crianza de sus seis hijos. “Lo daría todo por un día más con ellos cuando eran pequeños”, había confesado.
La partida de Palito Ortega marca el final de una era, y su legado musical vivirá en los corazones de aquellos que lo amaron. En este momento de duelo, su familia y millones de admiradores se unen para rendir homenaje a un artista que, a pesar de sus logros, nunca dejó de buscar el sentido de su vida y la felicidad para los suyos.