**Escándalo en la Agencia Nacional de Discapacidad: Coimas y Largas Filas de Damnificados**
Un escándalo de corrupción sacude la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) en Argentina, donde se denuncian prácticas de coimas que afectan a los más vulnerables: las personas con discapacidad y sus familias. Desde primeras horas de la mañana, cientos de afectados hacen fila, enfrentando largas esperas para poder renovar sus certificados y acceder a prestaciones vitales. La situación es desesperante; muchos llegan desde el amanecer, como una mujer que, con problemas de salud, se encuentra en la puerta de ANDIS esperando que le permitan presentar la documentación necesaria para recuperar su pensión, que le fue suspendida sin previo aviso.
Los testimonios son desgarradores. “No puedo trabajar, necesito la pensión para vivir”, expresa una de las damnificadas, que lucha contra una enfermedad grave y se enfrenta a costos médicos inalcanzables. La indignación crece entre quienes, tras años de recibir apoyo, se ven ahora en la calle, esperando respuestas de una burocracia que parece más interesada en el lucro que en ayudar a quienes realmente lo necesitan.
Los funcionarios de ANDIS, acusados de recibir sobornos a cambio de servicios y trámites, han generado un clima de desconfianza y rabia. “Es un horror que se metan con quienes realmente necesitamos ayuda”, clama otra afectada, visiblemente angustiada por la situación. Mientras tanto, el presidente y otros altos funcionarios, que prometieron erradicar la corrupción, enfrentan críticas por su inacción y complicidad en este escándalo.
La situación es insostenible. Las filas de personas vulnerables se extienden por horas, expuestas al frío, mientras el sistema que debería protegerlas parece haber fallado estrepitosamente. La comunidad exige respuestas y acciones inmediatas ante un escándalo que no solo afecta a los discapacitados, sino que pone en jaque la integridad de las instituciones gubernamentales. La lucha por justicia ha comenzado, y los afectados no se quedarán callados.
