**¿Quién es Vladimir Putin? Así logró gobernar Rusia hasta 2036**
En un giro sorprendente de los acontecimientos políticos, Vladimir Putin ha consolidado su poder en Rusia, extendiendo su mandato hasta 2036, convirtiéndose en el líder más duradero desde Stalin. Desde su ascenso al Kremlin en 1999, el ex jefe de espías ha maniobrado astutamente entre crisis y reformas, transformando la estructura del poder en el país.
Putin llegó al poder en un contexto de inestabilidad, cuando Boris Yeltsin le eligió como sucesor. Desde entonces, su imagen de líder fuerte resurgió durante la segunda guerra de Chechenia, donde fue visto como el hombre que restablecía el control del Kremlin. La recuperación económica de Rusia en la década de 2000, tras la recesión de los años 90, cimentó su popularidad, elevando los estándares de vida y creando una percepción de estabilidad.
Sin embargo, su ascenso no estuvo exento de controversias. En un movimiento audaz, Putin desmanteló el equilibrio de poder establecido entre los oligarcas y el estado, comenzando con la detención de Mijail Khodorkovsky, un poderoso magnate, cuyo arresto envió un mensaje claro a otros: el Kremlin no toleraría la disidencia. Este control se intensificó tras la tragedia del secuestro en Beslán en 2004, que le permitió eliminar la elección directa de gobernadores, centralizando aún más el poder.
A medida que su segundo mandato se acercaba a su fin en 2007, Putin ideó un ingenioso plan de sucesión, eligiendo a Dmitry Medvedev como presidente mientras él asumía el cargo de primer ministro. Esta táctica, conocida como “tan democracia”, le permitió regresar a la presidencia en 2012 sin perder el control.
En 2020, Putin propuso reformas constitucionales que, tras una votación popular, le permitirían postularse nuevamente, abriendo la puerta a un dominio que podría extenderse hasta 2036. Con este movimiento, Putin no solo asegura su legado, sino que también se establece como un líder que desafía las normas de la gobernanza moderna, dejando una marca indeleble en la historia de Rusia. La pregunta que persiste es: ¿qué futuro le espera al país bajo su mando?