Un tribunal israelí ha decidido cancelar el testimonio del primer ministro Benjamín Netanyahu, programado para esta semana en el marco de su prolongado juicio por corrupción. La decisión se produce en un contexto de creciente presión internacional y regional, especialmente tras los comentarios del expresidente estadounidense Donald Trump, quien sugirió que los cargos contra Netanyahu deberían ser desestimados, argumentando que afectan su capacidad para negociar un alto el fuego en Gaza.
Netanyahu había solicitado al tribunal una exención de su comparecencia durante dos semanas, citando cuestiones de seguridad nacional y diplomáticas. La cancelación del testimonio se produce en un momento crítico, ya que el primer ministro se prepara para convocar una reunión de gabinete para discutir la posibilidad de un alto el fuego en Gaza, en respuesta a los llamados de Trump para alcanzar un acuerdo que ponga fin al conflicto y asegure la liberación de los rehenes israelíes.
Mientras tanto, el gobierno israelí ha instado a los residentes de las comunidades del sur a regresar a sus hogares y comenzar la reconstrucción, lo que muchos interpretan como una señal de que la situación se está estabilizando. Sin embargo, las familias de los cautivos han expresado su preocupación, argumentando que esto debería impulsar a Netanyahu a buscar un acuerdo que garantice la liberación de los rehenes restantes.
El juicio de Netanyahu, que enfrenta tres cargos de corrupción, ha estado en curso desde 2018 y ha generado un intenso debate sobre su capacidad para liderar en medio de una crisis de seguridad. Muchos analistas señalan que la situación actual podría servir como un intento de Netanyahu de posponer el juicio y evitar una condena que podría llevarlo a prisión.
A medida que se desarrollan estos acontecimientos, la presión sobre Netanyahu aumenta, tanto desde el ámbito interno como internacional, y la pregunta persiste: ¿podrá el primer ministro negociar la paz en Gaza mientras enfrenta la amenaza de la cárcel?