Israel ha denunciado que Irán estaba en proceso de construir el mayor arsenal de misiles balísticos del mundo, capaz de alcanzar objetivos en Europa, lo que ha intensificado las tensiones en la región. En una entrevista con el diario Sunday Times, Oren Marmorsin, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, reveló que antes del estallido de la guerra de los 12 días, el régimen iraní estaba acumulando misiles de largo alcance, algunos de los cuales podrían transportar ojivas de hasta dos toneladas.
Marmorsin subrayó que la amenaza no se limitaba al programa nuclear de Irán, como ha señalado el presidente Donald Trump, sino que también incluía un desarrollo balístico alarmante. Según el portavoz, Irán estaba alcanzando niveles industriales de producción de misiles, lo que lo convertiría en el principal productor de misiles balísticos a nivel global. Este arsenal no solo se limitaba a misiles de alcance regional, sino que también incluía proyectiles intercontinentales con la capacidad de impactar en Europa.
El gobierno israelí ha justificado su ofensiva conjunta con Estados Unidos, lanzada el 13 de junio, como una respuesta a estas dos amenazas existenciales: la atómica y la balística. Aunque Israel aún no ha presentado información de inteligencia que respalde su operación militar conocida como León Ascendente, Marmorsin advirtió que Irán estaba peligrosamente cerca de cruzar el punto de no retorno en el desarrollo de un arma nuclear, lo que representa un riesgo significativo para la estabilidad regional y global.
El portavoz israelí atribuyó la aceleración del programa nuclear iraní a un evento específico: el asesinato del líder del grupo terrorista Hezbolá, Hassan Nasralá, en un ataque aéreo en Beirut, que se ha atribuido a Israel. Este acto, según Marmorsin, provocó una escalada en las acciones del régimen iraní, lo que ha llevado a una creciente preocupación entre las naciones occidentales. La situación sigue siendo crítica y se espera que evolucione en los próximos días.