En un giro inesperado de los acontecimientos, Cash Luna, el influyente pastor evangélico guatemalteco, ha decidido romper el silencio tras 63 años, revelando una historia que podría cambiar para siempre la percepción sobre su ministerio. Conocido por transformar congregaciones en imperios financieros y atraer multitudes a su iglesia Casa de Dios, Luna ahora se enfrenta a un escándalo que amenaza con derribar su reputación y la de su organización.
Desde su fundación en 1994, Casa de Dios ha sido un faro de esperanza para miles en Guatemala, ofreciendo no solo servicios religiosos, sino también programas sociales. Sin embargo, la luz de su éxito se ha visto ensombrecida por acusaciones graves. En 2014, un evento en Villahermosa, México, donde se prometía sanación milagrosa, terminó en tragedia con la muerte de una joven tras ser declarada curada. Este episodio encendió un debate feroz sobre la autenticidad de las sanaciones del pastor, llevando a muchos a cuestionar sus intenciones.
La controversia no se detuvo ahí. Un reportaje de Univisión en 2018 lo vinculó con el narcotráfico, alegando que había recibido financiamiento de la conocida narcotraficante Marori Chacón. Luna ha negado rotundamente estas acusaciones, pero la sombra de la desconfianza se cierne sobre su ministerio. A pesar de su defensa y de haber presentado una demanda por difamación, el daño ya está hecho. Algunos seguidores han comenzado a alejarse, temerosos de que su pastor estuviera manipulando la fe de los más vulnerables.
Mientras la crítica se intensifica, el estilo de vida de Luna también está bajo el microscopio. Imágenes de su vida de lujo parecen chocar con la realidad de muchos de sus fieles, alimentando aún más la controversia. En su intento por mantenerse en el centro del escenario, Cash Luna ahora enfrenta un desafío monumental: ¿podrá recuperar la confianza de su comunidad y asegurar su legado en un mundo donde la fe y el poder están tan entrelazados?
Con el telón de fondo de una historia llena de luces y sombras, la revelación de Cash Luna podría ser solo el principio de una tormenta que sacudirá los cimientos de su imperio religioso. Los ojos del mundo están puestos en él.