**Claves del día: Trump pone a Europa en su sitio, la mentira en Alemania y miedo a la gran depresión**
La tensión geopolítica está alcanzando niveles históricos. En un giro inesperado, Donald Trump ha desafiado las relaciones entre Estados Unidos y Europa, provocando una clara división respecto a la guerra en Ucrania. Durante una reciente votación en la Asamblea General de la ONU, Estados Unidos, junto a Rusia y China, marcó una pauta que deja a Europa al margen. Emmanuel Macron intentó suavizar las diferencias, pero las palabras de Trump fueron contundentes: Europa deberá asumir un rol más proactivo y enviar tropas a Ucrania, aunque la respuesta de Putin podría ser devastadora.
El PIB de Alemania sigue en picada, con un pronóstico negativo del -0,4%. La economía alemana se tambalea, y la falta de crecimiento genera un miedo palpable a una nueva gran depresión. En este contexto, la política europea se está viendo sacudida por la falta de coherencia, con líderes como Merz desdiciéndose de promesas electorales en menos de 24 horas.
Los mercados están en estado de alerta, especialmente en Asia, donde los temores de un aumento de aranceles propuesto por Trump están causando caídas significativas. La sombra de una recesión global se cierne sobre el horizonte. Las palabras de Trump resuenan: “Los aranceles van a impactar rápidamente”.
Este es un momento decisivo. Europa se enfrenta a la cruda realidad de un futuro incierto, mientras la intervención de Trump redefine alianzas y plantea serias dudas sobre la viabilidad económica a corto plazo. La pregunta que todos se hacen ahora es: ¿quién pagará el precio de esta guerra y cómo afectará a la estabilidad económica mundial? La respuesta puede tener repercusiones que se sentirán mucho más allá de las fronteras europeas.