El mundo de la música y el cine mexicano se encuentra de luto tras el desgarrador diagnóstico de salud de Alberto Vázquez, la icónica figura del rock and roll mexicano. Su esposa, Elizabeth Ranea, ha compartido públicamente su dolor y ha hecho una emotiva despedida a un hombre que ha dejado una huella imborrable en la cultura pop de México.
Alberto Vázquez, de 85 años, ha luchado contra una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), un desafío que ha marcado su vida y su carrera de más de 60 años, en la que ha lanzado más de 100 álbumes y protagonizado 36 películas. Su carrera despegó en la década de 1960, cautivando al público con su voz profunda y sus inolvidables éxitos como “Maracas” y “16 toneladas”. Sin embargo, la reciente pérdida de su primera esposa, María del Rosario Hoyos, ha dejado una profunda tristeza en su corazón, un dolor que ha compartido en entrevistas, confesando la carga del arrepentimiento por los años perdidos en la fama y la distancia con su hijo, Arturo Vázquez.
La relación tumultuosa con su hijo, producto de su breve romance con la actriz Isela Vega, ha sido un capítulo doloroso en su vida. A pesar de sus esfuerzos por reconstruir la relación, el tiempo perdido ha dejado cicatrices difíciles de sanar. En medio de estos desafíos, su segundo matrimonio con Elizabeth ha traído nuevos matices de felicidad, con el nacimiento de su hijo en 2009.
Con su salud cada vez más deteriorada, Alberto Vázquez ha decidido retirarse de los escenarios, pero su legado sigue vivo. Con una carrera que ha fusionado géneros, desde el rock hasta la ranchera, su influencia perdurará en la música mexicana. La despedida de su esposa Elizabeth, cargada de amor y tristeza, resuena como un eco de los altibajos de una vida marcada por la fama y la búsqueda del amor genuino. La historia de Alberto Vázquez es un recordatorio de que, detrás del brillo del estrellato, siempre hay una lucha personal.