El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha respondido con firmeza a las acusaciones del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien lo acusó de iniciar una “cruzada antisraelí” en medio de la escalofriante crisis humanitaria en Gaza. En un discurso contundente, Sánchez ha exigido que se detenga lo que ha calificado como un “infierno a cielo abierto” en la franja de Gaza, instando a la Unión Europea a tomar medidas decisivas.
Sánchez no se ha quedado callado ante la situación crítica que viven miles de civiles en Gaza y ha hecho un llamado a la comunidad internacional para que actúe. “Basta ya”, ha enfatizado, pidiendo la suspensión del acuerdo de asociación entre la UE e Israel. Este mensaje llega en un momento de creciente tensión diplomática, donde la falta de consenso entre los 27 países miembros complica la respuesta ante la crisis.
El presidente español ha criticado a sus aliados por su doble rasero en temas de derechos humanos, recordando la urgencia de abordar la situación en Gaza con la misma seriedad que se aplica al conflicto en Ucrania. “Tenemos que decirle al gobierno del primer ministro Netanyahu: basta ya”, ha reiterado, subrayando la necesidad de utilizar los mecanismos de presión disponibles para poner fin a esta catástrofe humanitaria.
Con la próxima reunión de ministros de exteriores programada para julio, el tiempo corre. La presión sobre la UE y sus líderes aumenta, mientras el mundo observa cómo se desarrollan los acontecimientos en Gaza. La declaración de Sánchez podría marcar un punto de inflexión crucial en la política europea hacia Israel, en un momento donde la humanidad clama por una respuesta urgente y efectiva.